15.7.09
Sinergia arriba del camión
(Aparecido en zona.cl) Sinergia salió a recorrer Santiago tocando sobre un Optimus Prime negro. Y esto es lo que pasó. De Don Rorro dedicándole “Mujer Robusta” a Bachelet, estacionado frente a La Moneda, al excelente video de un taxista vivaracho “haciéndola bien”, cuando recoge dos lucas que se le cayeron a un entusiasta fan que saltaba en medio de la Alameda.
LA HICIERON BIEN
9.55 AM. Estoy en Bilbao con Tobalaba esperando a un camión que debió haber llegado hace una hora, con cara de sueño: la noche anterior me quedé atrapado en el Festival de Cine B a una cuadra de Plaza Italia, por cortesía de la hinchada de la U y el festival de lacrimógenas.
Pero los Sinergiame despiertan llegando de la manera más pimp que podrían hacerlo: una van con la banda y el camión con los instrumentos, una copia en negro de Optimus Prime con logo de Transformers y todo. Los Sinergiasalen disfrazados y risueños, igualitos a como se ven en este clip ondero dirigido por el Edo Bertrán:
A los Sinergia se les ocurrió una gran idea: lanzar El imperio de la estupidez, su nuevo disco, tocando por las avenidas de Santiago en un acoplado. La versión chilena de lo que hicieron los Stonesel 75, cuando anunciaron su gira por Estados Unidos tocando sin previo aviso en un camión por Nueva York.
Y aunque los Sinergia le soplaron antes a la prensa, era obvio: había que subirse y estar ahí. El camión parte y yo voy aferrándome a unas cuerdas más delgadas que mis cordones, que bien podrían convertirse en un pasaje sin retorno al pavimento, mientras la banda suena fuerte ganándole al ruido del tráfico.
Como buen single, Hágalo Bien es pegajoso. Sólo por Av. Tobalaba la tocan unas cuatro veces arriba del Optimus Prime, mientras Brunanza, quien hace unos años me contó que tuvo de maestro al mismísimo Tilo González -el hombre detrás de los platillos y las canciones de Congreso-pisa el bombo a toda velocidad
El vocalista Don Rorro está de ciclista. DJ Panoramix, que ahora también se aplica en los timbales, vino de camuflaje militar. El batero Brunanza está con la camisa y los lentes de Kanye West.
Pedrales, el guitarrista, es como un vaquero de ropa ajustada y pelo-en-pecho. Humitas con Tomate, que ahora también toca teclados, es como el hijo de Pérez Prado. Y Aneres, el bajista, está caracterizado de nerd en el video, pero arriba del camión lo está parchando su hermano Arielarko, que vino de jugador de la Roja. Me dicen que los disfraces “son lo que siempre quisimos ser en realidad”.
Da lo mismo que vayamos apurados por la hora de retraso, o que el camión salte, frene y acelere de improviso. Las canciones salen disparadas con oficio y se notan los años de carrete. Me acuerdo que la última vez que los vi en vivo fue el 2007, cuando se robaron la película después de Plastilina Mosh,en el escenario amarillo del Vive Latino. Fueron simplemente de lo mejor. Algo así está avanzando por Santiago esta mañana.
Ahora seguimos por Av. Providencia y en las veredas las secretarias se molestan entre ellas con la letra de Mi Señora o Te Enojai Por Todo.
Arriba del camión Sinergia no para de escupir canciones nuevas, una tras otra, intercalando los hits. Abajo, nadie sabe muy bien qué está pasando: algunos saltan nerviosos como cuando se resuelven las cámaras ocultas, otros tocan la bocina cuando nos adelantan y la mayoría saca su mejor sonrisa en el camino. Jardineros, taxistas, universitarios con audífonos y oficinistas sacando la vuelta, todos se saben las letras de Don Rorro.
Aunque siempre me ha cargado ese mensaje que tiran en forma de talla, esas letras-que-quieren-cambiar-el-mundo pero que suenan a personaje introvertido disertando con las manos sudadas, Sinergia es de esos grupos que funcionan muy bien en vivo. Tan bien que, de hecho, tienen uno de los mejores shows nacionales para las masas.
Sus canciones también funcionan cuando sus discos suenan a todo wattage. Porque arriba del escenario o de un camión, son pura potencia: bajo, guitarra y batería marcando un ritmo contagioso con los pincelazos de los diyeis.
Acá, uno de los momentos Kodak: Don Rorro le dedica Mujer Robusta a la Presidenta, con el camión estacionado en frente de La Moneda:
Claro que después se sacó los pillos diciendo que “la Presidenta que tenemos es muy inteligente y a nosotros nos gustan las mujeres robustas de cuerpo pero también de cerebro”.
Como sea, El Imperio De La Estupidez es definitivamente mejor que Delirio (2007), el disco anterior. Acá le agregaron nuevos arreglos a sus canciones, con pasajes de percusiones, teclados y cameos de ragamuffin. Y la mezcla se escucha muy bien.
Además de sus dos versiones, una económica que sólo incluye el CD audio por $3.000 y otra de lujo con un escenario plegable, láminas recortables de los integrantes para armar una pequeña escena, y un documental de la banda por $8.990; acá volvieron a la chispa del clásico homónimo de 2001. Ese bien hormonal y adolescente donde le cantaban a mega robots made in Chile y que incluía temazos como Concurso y Amor Alternativo.
Revivir esa chispa es algo muy bueno para un grupo con más de quince años en las pistas, que luego de tocar el techo de la masividad chilena en el Festival de Viña el año pasado, se prepara para sonar afuera del país. El problema es que sufren el “síndrome Chancho En Piedra”, eso de hacer canciones chistosas en idioma súper local, una especie de talla interna nacional, difícil de entender en otros lados. Pero también es verdad que sus singles son himnos. Eso se notó durante todo el recorrido sobre el camión, una y otra vez.
De lo nuevo sonó No Sé En Qué Gastar Mi Dinero, que es como la declaración de principios de la banda para las próximas presidenciales y que parece hecha para Piñera, además de la graciosa Superhéroes y Mi Bigote, basada en una historia real: un día Don Rorro se dejó crecer los mostachos, y cuando salió a la calle pasó piola. Desde ese día que el grupo entero se dejó bigote, tal como en la foto que trae el arte del disco.
Pasado el metro República, un grupo de escolares que venía trotando tras el camión desde el Paseo Ahumada vino a saludar a sus ídolos. “Me llamo Rodrigo Osorio en Facebook, agréguenme y ahí les regalo el disco,” promete Don Rorro a los improvisados atletas.
El camión se detiene por última vez a orillas del barrio universitario, cerrando una linda mañana. Y Sinergia se matricula en la historia de los mejores lanzamientos de discos chilenos, uno en el que repasaron más de 30 canciones. Como dijo Don Rorro antes de bajar: “No se me va a olvidar en mucho tiempo, ¡fue una estupidez muy linda!”.
Pero el premio a la estupidez se lo llevó un fan entusiasta que por saltar en la mitad de la Alameda, perdió dos lucas sin darse cuenta. Dos lucas que terminaron en las manos de un taxista vivaracho que pasaba por el lugar y que paró el auto, esperó que el fan se fuera, y se bajó a recoger la plata. Entonces alguien arriba del camión se mandó la mejor frase de todas: “Las dos lucas se las agarró el taxista po’ weón. La hizo bien”.
La estupenda escena en este video:
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